El mayor gasto energético existente en los geriátricos es la producción de calefacción y agua caliente. El sistema de eficiencia energética que recomendamos en este caso es el siguiente:
Caldera de biomasa + radiadores de bajo consumo + energía solar
Una caldera de biomasa consume un combustible sólido ecológico, que no emite CO2 y que es renovable y, además, barato y eficiente. En edificios urbanos normalemente se utilizan calderas de pellets, es decir, de unas bolitas fabricadas a partir de residuos de maderas forestales e industriales.
Es cierto que producen CO2, pero se considera un CO2 nulo, dado que es el mismo que ha consumido la planta en vida. Una vez realizada la inversión de instalar la caldera, consumir el combustible resulta mucho más barato que el gasóleo o el gas.
» Ver comparación entre costes de caldera de gasóleo y costes de caldera de pellets.Los transmisores de calefacción en sí no consumen nada, ni ahorran energía, pero utilizar un sistema de transmisión eficiente permite optimizar el consumo energético de un sistema de producción de calefacción que sea eficiente. Por eso, se aconseja utilizar los radiadores de bajo consumo o el suelo radiante con calderas de condensación, biomasa o bombas de calor.
Podemos imaginarnos lo que supone el hecho de poder tener calefacción con un sistema que es capaz de trabajar a sólo 45ºC de temperatura, cuando los convencionales (caldera convencional + radiador convencional) necesitan trabajar a 70ºC: los ahorros son de hasta un 50%.
La energía solar tiene múltiples usos, pero aquí sólo vamos a mencionar la producción de agua caliente y calefacción. Como productora de agua caliente, puede cubrir por sí misma hasta el 95% de energía requerida a lo largo de todo el año para la producción de agua caliente. Cuando se utiliza de forma adicional para la calefacción, el sistema sólo funciona como auxiliar, siendo necesaria la aplicación de una caldera o una bomba de calor para cubrir el resto de la demanda energética.