El agua es uno de los recursos naturales más importantes que existen. Por este motivo, es necesario ahorrar agua y reciclarla en la medida de lo posible. Además, el ahorro de agua revierte sobre el ahorro energético, y al revés.
Mediante la captación de aguas pluviales es posible reconducir el agua de lluvia hacia nuestra piscina, con lo cual ahorraremos miles de litros de agua anuales. En la imagen vemos una piscina natural, que consiste en una piscina que depura el agua sin utilizar componentes químicos, sólo a base de plantas, que se conservan en un rincón de la piscina alejada del baño.
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Cerrar grifos y luces siempre que tengamos oportunidad
Los grifos monomando son muy bonitos, pero tienen un grave problema. Para que queden aún más bonitos, solemos colocar el mando mirando directamente hacia nosotros, de forma paralela a la salida del grifo. No solemos caer en la cuenta de que colocando así el grifo, le estamos demandando agua templada, es decir, que estamos poniendo en marcha el calentador cada vez que abrimos el grifo del lavabo o de la cocina, muchas veces de forma innecesaria. Esto cuesta dinero.
Si tienes muy poca vajilla que fregar, puedes usar simplemente el agua corriente del grifo. Pero a medida que va aumentando la cantidad de platos, etc, comienza a compensar pongas la tapa y llenes el fregadero de agua.
Al ducharte, no añadas agua fría cuando la encuentras demasiado caliente. Es mejor que regules la caldera o calentador para que emitan el agua a una temperatura que ya te resulte cómoda.
Aprovecha el agua de limpiar las verduras para regar las plantas
Introduce una botella de agua mineral de litro y medio llena de agua en la cisterna del váter. Ahorrarás agua y energía y la presión del agua será prácticamente la misma.
INVERSIÓN MENOS DE 50 EUROS
Existen unos pequeños aparatitos denominados perlizadores que se encajan en los grifos. Estos perlizadores introducen aire a presión en el caudal de agua que expulsa el grifo, reduciendo el volumen de agua en más de un 50%, pero sin que nosotros lo notemos debido a la mezcla de aire y agua, que ofrece un volumen semejante. Si colocamos estos sencillos y baratos -uno de muy buena calidad cuesta 15 euros- en todos los grifos y duchas de nuestra casa, ahorraremos hasta un 50% de agua, además de la electricidad correspondiente a la bomba hidráulica.
Instala grifos termostáticos en tu ducha, de forma que podrás regular la temperatura a la que sale el agua.
Repara rápidamente las fugas de agua. Uno goteo constante desperdicia litros de agua al día.
INVERSIÓN MAYOR DE 300 EUROS
Sistemas de reciclaje de agua: Existen diferentes sistemas.
El más sencillo es la captación de aguas pluviales. El agua de lluvia es un agua pura que se ha acumulado siempre de forma tradicional, sobre todo el lugares de escasa pluviometría como España. Son famosos los aljibes árabes gracias a su belleza. El agua de lluvia es una de las aguas más puras. De hecho, antes incluso se bebía, aunque ahora la legislación obliga a una depuración mediante cloro para potabilizar el agua. El agua de lluvia es fácilmente almacenable y tiene una gran cantidad de usos, tales como el riego, las limpiezas etc. Uno de sus usos más útiles y sencillos -aunque depende de la normativa local- es aprovecharla para la piscina. De esta forma, ahorramos miles de litros de agua anuales, con el ahorro de dinero y de recursos naturales que eso supone.
Reciclaje de aguas grises: consiste en el reciclaje del agua que proviene de los lavabos, duchas y baños. El resultado no es un agua potable, pero sí un agua limpia que puede usarse, por ejemplo, para la lavadora o el inodoro.
Reciclaje de aguas residuales: son las más sucias de la casa, las que provienen del inodoro y de la cocina. Es posible darles un tratamiento de forma que queden limpias, aunque no potables. Su uso está recomendado por la FAO para el riego, dado el alto contenido que tienen en nitratos y fosfatos, sustancias utilizadas en los abonos.
Desnitrificación: estos fosfatos y nitratos presentes en los abonos y en los excrementos suponen un problema cuando aparecen en grandes cantidades, como en zonas agrícolas o ganaderas. Por este motivo, es necesario reciclar ese tipo de aguas, de forma que no contaminen el medio ambiente.
